Llega el otoño, y con él renovamos las ganas de salir y volver a recorrer las hermosas montañas, leonesas esta vez.
Decidimos ir al pueblo de Redipollos, donde nace y muere la ruta circular PR-LE29.
Decidimos ir al pueblo de Redipollos, donde nace y muere la ruta circular PR-LE29.
Tras un viaje un tanto caótico gracias a los distintos navegadores y tras separarnos es algún punto, terminamos por encontrarnos en el mismo Redipollos, unos haciendo una ruta turística por las autovías de Castilla, y otros por el embalse de Riaño. En fín, ¡para que les haremos caso! (a los tomtones, digo).
Tras prepararnos para iniciar la marcha (botas, pantalones y demas parafernalia), arrancamos alrededor de las 11 y media de la mañana, en dirección al Robledal de los Torcedos. Esta primera parte es cómoda y vamos charlando de diversos temas, otros grabando imágenes del evento, etc. Tras un periodo de unos 30 minutos, comenzamos a ascender hasta llegar al alto de carrerina blanca, donde aprovechamos para hacer las primeras fotos.
A partir de aquí, la senda comienza a subir y subir, primero entre un collado donde cae una torrentera, y donde algunas alimañas han dado buena cuenta de lo que parece un burro o un caballo pequeño. No se distingue muy bien desde lo alto, lo que si vemos es que está encima del arroyo, por lo que los comentarios sobre la "salubridad" del torrente son de lo mas variopinto.
Seguimos subiendo por la zona que se denomina majada de Los Soportales, que una vez sobrepasado da lugar a unas amplias praderas verdes, en las que poco a poco el camino se va diluyendo. Desgraciadamente, la niebla está haciendo acto de presencia, y nos impide disfrutar del
paisaje. El viento está empezando a tener una fuerza y resulta ya bastante molesto. Nos tenemos que poner gorros, capuchas o lo que cada uno lleva para poder soportar el intenso aire que cada vez es mas frío.
Dejamos atras las praderas, y nos encontramos la última subida, la denominada collada fermosa, donde tenemos que localizar la ruta entre niebla espesa, aguanieve o agua-hielo, y que nos azota la cara y el cuerpo con mucha fuerza. Estamos en la parte mas alta del recorrido, pero no se ve un clavel. Observad en este vídeo la fuerza del viento y la niebla que nos rodea en lo alto del collado.
Dejamos atras las praderas, y nos encontramos la última subida, la denominada collada fermosa, donde tenemos que localizar la ruta entre niebla espesa, aguanieve o agua-hielo, y que nos azota la cara y el cuerpo con mucha fuerza. Estamos en la parte mas alta del recorrido, pero no se ve un clavel. Observad en este vídeo la fuerza del viento y la niebla que nos rodea en lo alto del collado.
Aqui comienza el descenso, hacia el collado Maraña, y mas adelante sobre los restos de una calzada romana, hasta pasar la Hoz de la Cabrera, en busca de una cabaña señalizada en el mapa. Llegamos hasta ella, y aunque está cerrada, en este momento el sol acompaña un ratito y tenemos suerte de que en esta zona el suelo está seco, y aprovechamos para comer, que ya hay ganas.
El tiempo nos deja media horita hasta que vuelve a chispear agua, lo que nos obliga a salir rapidito y continuar la marcha, ahora ya por un camino mas ancho que va paralelo al arroyo de la Fuentona, el que atravesaremos unas cuantas veces, algunas con cierta expectación por ver quien meterá el pie en el agua.
La última parte de la ruta es bastante plana. y en agunas ocasiones nos damos la vuelta para poder contemplar los bonitos picos por donde hemos pasado, todos ellos semitapados por las nubes. Para finalizar, quizás como premio al no haber podido contemplar las hermosas cumbres, la naturaleza nos regala un bonito arco iris.
Finalmente, tras unas 5 horas de caminata, llegamos de nuevo a Redipollos, donde tras asearnos y los pertienentes cambios de ropa, dimos buena cuenta una vez mas de las existencias del liquido amarillento que tenemos por costumbre usar para celebrar el fin de etapa.
Así que esperando con ganas la siguiente, termina una de las salidas con peores condiciones climatológicas que hemos realizado, aunque no por ello menos satisfactoria que otras. ¡Ojala podamos volver a salir pronto!
Finalmente, tras unas 5 horas de caminata, llegamos de nuevo a Redipollos, donde tras asearnos y los pertienentes cambios de ropa, dimos buena cuenta una vez mas de las existencias del liquido amarillento que tenemos por costumbre usar para celebrar el fin de etapa.
Así que esperando con ganas la siguiente, termina una de las salidas con peores condiciones climatológicas que hemos realizado, aunque no por ello menos satisfactoria que otras. ¡Ojala podamos volver a salir pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario