miércoles, 17 de abril de 2013

VALSAIN. LA CHORRANCA. ABRIL DE 2013

Después de larga pausa en nuestras salidas montañeras hemos retomado la buena costumbre y por fin nos decidimos a organizar una nueva salida. En esta ocasión nos acercamos al pueblo de Valsaín, situado en la provincia segoviana y a pocos kilómetros de la capital.

El tiempo este invierno ha sido uno de los más lluviosos que se recuerdan y el agua es uno de los principales protagonistas de esta escapada. La rápida subida de las temperaturas de estos días ha propiciado que se acelere el deshielo y sumado a las precipitaciones intensas de estos últimos meses nos hacen pensar en que vamos a disfrutar de arroyos y saltos de agua con abundante caudal.

La ruta comienza en Valsaín, en la pradera de Navalhondo, donde dejamos aparcados los coches en la fábrica de maderas. En esta ocasión somos 9 los andarines que participamos en esta marcha: Javier, Chuchi, Juanjo Serrano, Ramón, Angelillo, Mariano, Joaquín, Paz y Oscar; estos tres últimos vienen con nosotros por primera vez y esperamos que en adelante podamos disfrutar mas veces de su agradable compañía.

El día está espléndido, la temperatura ronda los 20º, el cielo totalmente despejado y el verde de la incipiente primavera se mezcla con el blanco de algunos neveros. Es un paisaje precioso.

Nada mas dejar los coches iniciamos el camino y nada mas cruzar una barrera que impide el paso a los vehículos giramos a la derecha y comenzamos la subida al cerro del Puerco, elevación poco significativa y que subimos sin mayor dificultad. Allí podemos ver los restos de bunkers y trincheras de la guerra civil construidos en el asedio de las fuerzas nacionales a la ciudad de Madrid.

Seguimos avanzando y dejamos atras el cerro del Puerco, avanzando hasta llegar a la pista forestal asfaltada y por la que tenemos que caminar unos metros. Llegamos a un almacén de maderas a nuestra derecha y pocos metros más adelante dejamos la pista asfaltada y, girando a la izquierda, nos volvemos a internar en el bosque por un nuevo sendero que nos lleva hasta el arroyo de la Chorranca. Al llegar a él caminamos curso de aguas arriba superando en algunos momentos los repechos mas duros, hasta que llegamos al salto de la Chorranca, que caudaloso por las lluvias caidas nos invita a pasar un buen rato contemplando la cascada. Es el momento del aperitivo y de descansar un poco.





Decidimos continuar la marcha y ascendemos el tramo final hasta superar el nivel de la cascada y es allí donde decidimos para a comer, descansar un buen rato y hasta echarnos la siesta.

Aunque en la mayoría de las guias esta ruta finaliza en el salto de la Chorranca y se inicia el camino de vuelta, nosotros decidimos hacer una ruta circular, ya que la cantidad de pistas, senderos y caminos nos ofrecen esa posibilidad aunque tenemos que andar unos pocos kilómetros mas. Así, seguimos ascendiendo hasta la cota más alta de la marcha y poco a poco van apareciendo las primera manchas de nieve (no se les puede llamar neveros) hasta que nuevamente llegamos a una pista asfaltada con la que iniciamos el camino de descenso.

El día sigue siendo fabuloso y la temperatura muy agradable. Poco a poco vamos acercándonos a los coches, no sin antes ver a un par de bichos (gamos o ciervos o no sabemos que era) a los que hacemos alguna foto.

El bar de Valsain nos espera. Las cervezas, los refrescos, las avellanas y un rato de conversación terminan con esta nueva marcha que como casi todas nos ha permitido disfrutar de un día tranquilo, disfrutando de la naturaleza y en buena compañía. Volveremos.

jueves, 6 de octubre de 2011

EL CAÑON DEL TERA. SEPTIEMBRE 2011


La visita al cañon del Tera posiblemene ha sido la marcha más bonita de todas las que hemos hecho. Aunque ya lo intentamos en enero de 2010 no pudimos hacerlo por la cantidad de agua que circulaba por el cañón y que nos impedía avanzar. Hemos vuelto con un planteamiento diferente a la marcha anterior. Aprovechando que tenemos dos coches dejamos uno de ellos en San Martín de Castañeda, punto desde donde accedemos al cañón, y otro en Ribadelago, punto final. Esto permite ahorrarnos el fuerte desnivel que hay entre Ribadelago y San Martín y hacemos una marcha con apenas 300 metros de subida y 700 de bajada.

Vista de Ribadelago desde la carretera de San Martín. Podemos apreciar
el desnivel que nos hemos ahorrado.












Rodeamos el alto de "El Teleno" y avanzamos entre altas escobas y bosque de monte bajo, única vegetación que resiste los intensos fríos invernales de estas alturas.









 



















Después de la subida de aproximación al cañon toca descansar y reponer fuerzas. Estamos a 500 metros del paraje llamado "Cueva de San Martín" laguna preciosa donde se pueden ver abundantes cascadas de agua

El espectáculo que vemos al llegar a la cueva de San Martín nos deja a todos perplejos. Cada rincón que vamos descubriendo es más bonito que el anterior. Las cámaras de fotos echan chispas. Pirulo desafía al agua helada y se baña mientras los demás le vemos con asombro y vitoreamos y aplaudimos por su atrevimiento. Es el antecedente de lo que ocurriría unos metros más abajo.








Comenzamos el descenso y el cañón aún nos reserva unas vistas preciosas. A pesar de que hace mucho que no llueve y acaba de terminar el verano, la presencia del agua es significativa y su acción erosiva lo es más aún. El agua y la roca han configurado un paisaje único donde los grandes bloques de granito han sido erosionados y nos muestran pozas, surcos, grietas, formas redondeadas y canales de grandes dimensiones. Pensar en la fuerza del agua cayendo por allí nos llena de asombro






El desnivel es escarpado y duro y en alguna ocasión tenemos que apoyarnos en la roca para no caernos. Las rodillas y tobillos se resienten sujetando nuestro peso mientras bajamos. Ha sido todo un acierto plantear la ruta desde arriba hacia abajo y no al revés, tal y como viene en guías de senderismo y comentarios en la red.





 Y por fin llega uno de los mejores momentos del día. Una pequeña laguna de aguas cristalinas nos invita a darnos un chapuzón. El entorno es precioso y algunos no pueden dejar pasar la ocasión.


La jornada llega a su final y descansamos un ranto, como no, acompañados de la rubia. Un pequeño despiste nos ha dejado las llaves del coche en el que tenemos que volver en el maletaro del coche que está al inicio de la macha. No pasa nada. Afortunadamente otros montañeros que están por la zona acercan a Marcos hasta San Martín de Castañeda y todo se arregla. 

Mai es la primera chica que ha venido con nosotros y ha paticipado y se lo ha pasado tan bien como los demás. Bienvenida. Esperemos que otras se vayan animando.





El acceso al cañón ya lo conocemos y tiene un tramo de desnivel moderado aunque no es excesivamente prolongado y rápidamente llegamos a la cota máxima de la marcha.

EL POZO DE LAS LOMAS. MAYO 2011



Al contrario que la marcha anterior, donde la niebla y el mal tiempo apenas nos permitió disfrutar del paisaje, en esta ocasión hemos tenido mucha suerte y hemos podido disfrutar de un día muy agradable y de un paisaje francamente bonito. El pozo de las lomas es un bonito lago que se encuentra al final de nuestra ruta y de verdad que merece la pena el esfuerzo. La marcha exige un esfuerzo moderado y puede llegar a ser dura con mal tiempo. Jesús, el nuevo en esto de las marchas de montaña, fruncía el ceño mientras subía y se hacía la eterna pregunta "¿Qué hago yo aquí?". Sin embargo el descanso tumbado al sol escuchando el leve batir de las minúsculas olas en la orilla mientras vemos el vuelo de las aves y reponemos fuerzas con el bocata nos deja más que contentos. Uno de los lugares más bonitos de los que hemos visitado.

La marcha la comenzamos en el pueblo de Cardaño de Arriba. A pesar de que luce el sol y el cielo está prácticamente despejado el viento sopla con mucha fuerza y la temperatura es baja así que nada más salir del coche nos abrigamos con todo lo que llevamos, incluyendo forros, gorros, bufandas y guantes. Poco más tarde nos daríamos cuenta de que el valle hace de pasillo para el viento y éste se encajona llevando fuertes rachas a las partes más bajas. A medida que subimos y el valle se ensancha podemos comprobar como la fuerza del viento va disminuyendo y nos queda un día mucho más agradable.

La subida es prolongada aunque al principio el desnivel es suave. Poco a poco se va incrementando y los últimos tramos de la subida son fuertes y nos hacen sudar. Tenemos que hacer una parada en un llano para descansar unos momentos, reponer fuerzas y beber agua.
Afrontamos el último tramo de subida hasta el pozo de las lomas. Poco a poco se ve en el horizonte la laguna enmarcada entre las altas paredes. Estamos deseando llegar.















Y aquí estamos. El pozo de las lomas. El agua es cristalina, sopla una ligera brisa que mueve el agua haciendo pequeñas olas y el silencio típico de estas zonas de montaña nos calma y nos relaja. Todo invita a tumbarse y mirar al cielo observando las aves que planean. Hay que disfrutar de este rato que se nos ofrece después de una dura subida.








miércoles, 5 de octubre de 2011

PICOS DE MAMPODRE. OCTUBRE 2010


Llega el otoño, y con él renovamos las ganas de salir y volver a recorrer las hermosas montañas, leonesas esta vez.
Decidimos ir al pueblo de Redipollos, donde nace y muere la ruta circular PR-LE29.
Como es costumbre, quedamos tempranito en el aparcamiento del centro comercial, y nos repartimos por los coches. Es esta ocasión somos 11 los andarines, contando a Jose (Zapa) y su hijo Victor, que tras muchos años sin colgarse una mochila a la espalda, han decidido volver a probar las sensaciones de salir en grupo a patear.
Tras un viaje un tanto caótico gracias a los distintos navegadores y tras separarnos es algún punto, terminamos por encontrarnos en el mismo Redipollos, unos haciendo una ruta turística por las autovías de Castilla, y otros por el embalse de Riaño. En fín, ¡para que les haremos caso! (a los tomtones, digo).
Tras prepararnos para iniciar la marcha (botas, pantalones y demas parafernalia), arrancamos alrededor de las 11 y media de la mañana, en dirección al Robledal de los Torcedos. Esta primera parte es cómoda y vamos charlando de diversos temas, otros grabando imágenes del evento, etc. Tras un periodo de unos 30 minutos, comenzamos a ascender hasta llegar al alto de carrerina blanca, donde aprovechamos para hacer las primeras fotos.
A partir de aquí, la senda comienza a subir y subir, primero entre un collado donde cae una torrentera, y donde algunas alimañas han dado buena cuenta de lo que parece un burro o un caballo pequeño. No se distingue muy bien desde lo alto, lo que si vemos es que está encima del arroyo, por lo que los comentarios sobre la "salubridad" del torrente son de lo mas variopinto.




Seguimos subiendo por la zona que se denomina majada de Los Soportales, que una vez sobrepasado da lugar a unas amplias praderas verdes, en las que poco a poco el camino se va diluyendo. Desgraciadamente, la niebla está haciendo acto de presencia, y nos impide disfrutar del paisaje. El viento está empezando a tener una fuerza y resulta ya bastante molesto. Nos tenemos que poner gorros, capuchas o lo que cada uno lleva para poder soportar el intenso aire que cada vez es mas frío.
Dejamos atras las praderas, y nos encontramos la última subida, la denominada collada fermosa, donde tenemos que localizar la ruta entre niebla espesa, aguanieve o agua-hielo, y que nos azota la cara y el cuerpo con mucha fuerza. Estamos en la parte mas alta del recorrido, pero no se ve un clavel. Observad en este vídeo la fuerza del viento y la niebla que nos rodea en lo alto del collado.












Aqui comienza el descenso, hacia el collado Maraña, y mas adelante sobre los restos de una calzada romana, hasta pasar la Hoz de la Cabrera, en busca de una cabaña señalizada en el mapa. Llegamos hasta ella, y aunque está cerrada, en este momento el sol acompaña un ratito y tenemos suerte de que en esta zona el suelo está seco, y aprovechamos para comer, que ya hay ganas.
El tiempo nos deja media horita hasta que vuelve a chispear agua, lo que nos obliga a salir rapidito y continuar la marcha, ahora ya por un camino mas ancho que va paralelo al arroyo de la Fuentona, el que atravesaremos unas cuantas veces, algunas con cierta expectación por ver quien meterá el pie en el agua.

La última parte de la ruta es bastante plana. y en agunas ocasiones nos damos la vuelta para poder contemplar los bonitos picos por donde hemos pasado, todos ellos semitapados por las nubes. Para finalizar, quizás como premio al no haber podido contemplar las hermosas cumbres, la naturaleza nos regala un bonito arco iris.
Finalmente, tras unas 5 horas de caminata, llegamos de nuevo a Redipollos, donde tras asearnos y los pertienentes cambios de ropa, dimos buena cuenta una vez mas de las existencias del liquido amarillento que tenemos por costumbre usar para celebrar el fin de etapa.
Así que esperando con ganas la siguiente, termina una de las salidas con peores condiciones climatológicas que hemos realizado, aunque no por ello menos satisfactoria que otras. ¡Ojala podamos volver a salir pronto!

 







 

SUBIDA A LA BOLA DEL MUNDO. AGOSTO 2010

Cuatro años después de que hicieramos el intento de subir a la bola del mundo desde el valle de la Barranca, lo volvíamos a intentar esta vez con un tiempo mucho más benévolo. Del frío de diciembre de 2006 pasábamos al calor (o al menos eso esperábamos) de agosto de 2010. Aún así, la subida hasta Navacerrada y su posterior descenso se puede considerar como exigente.

Al igual que en la ocasión anterior iniciamos la subida aparcando los coches en las proximidades del hotel "la Barranca", ya en pleno valle. Ahora la nieve no oculta la senda evidente por la que debemos caminar y metro a metro vamos subiendo hacia lo alto del valle. El tiempo está revuelto y el cielo se va cubriendo de nubes cada vez más negras. Estamos llegando al teleférico de Navacerrada y la lluvia hace acto de presencia. La temperatura baja y el viento sopla con fuerza.

Afortunadamente podemos buscar refugio en las instalaciones del teleférico y en el bar que nos encontramos podemos tomar un tentenpie esperando a que amaine.

Pasados unos minutos intentamos continuar el camino pero al poco tiempo de salir de las instalaciones del teleférico comienza a llover nuevamente. Los chubascos se suceden intermitentemente y nos volvemos a refugiar esperando que el tiempo mejore un poco.

Por fin llega el momento de continuar. Ha dejado de llover y aunque amenaza volver a hacerlo decidimos comenzar el regreso.

Nos encontramos con un fuerte desnivel bajando por canchales de roca suelta y que ponen a prueba nuestros tobillos y rodillas. Sin duda la decisión que tomamos en diciembre de no continuar fue muy acertada ya que descender por aquí con niebla nieve y hielo habría sido sin duda una imprudencia que nos podía haber puesto en un buen aprieto.

Poco a poco nos acercamos a los coches. A medida que vamos bajando se nota que sube la temperatura y que el valle nos abriga y protege de los vientos que soplan en la cima. La roca desnuda poco a poco va dejando asomar una vegetación raquítica al principio donde los piornos y ceburnales aparecen retorcidos por los vientos que soportan pero que va tornándose cada vez más frondosa y verde a medida que bajamos.

Por fin llegamos al final. Sigue lloviendo y estamos cansados pero la cervecita nos espera y aunque esta vez algunos deciden cambiarla por un café calentito a todos nos reconforta. Ha sido una dura marcha.

EL VALLE DE IRUELAS. MAYO 2010

El valle de Iruelas es una pequeña Reserva Natural de la Sierra de Gredos, está emplazado en las laderas que descienden de las cumbres de la Cordillera Central hasta los arribes del embalse de Burguillo entre el Barraco y El tiemblo.


Uno de los elementos naturales más llamativos del Valle de Iruelas es la garganta que forman tres arroyos que descienden desde las cumbres, el Castañarejo, el de Candeleda y el de Helechadores con sus aguas que emanan del deshielo conforman el río Iruelas desembocando en las aguas embalsadas de Burguillo.
 
En esta ocasión para nosotros la marcha ha sido de las más tranquilas. Casi todo el tiempo andamos por anchas pistas que nos permiten disfrutar de bonitas vistas del valle aunque pocas cosas más podemos reseñar de la jornada.

El tiempo nos acompaña y tras comer al lado de un refugio continuamos hasta el final de nuestra marcha en donde, como ya es tradición, nos espera la rubia más deseada, la fresca, la espumosa, la rica cervecita.